3 MITOS SOBRE EL SEXO PARA DERRIBAR

En nuestra mente se han instalado falsos mitos que no nos dejan disfrutar del sexo al máximo, saborear el cuerpo de nuestra pareja o dejar que nuestro deseo se incremente de manera intensa. Dejamos a un lado estos falsos mitos y te damos algunos consejos para hacer que tu vida sexual sea más divertida y caliente:

1.   EL USO DEL LUBRICANTE ESTA UNIDO A LA FALTA DEL LIBIDO DE LA MUJER. FALSO.

El uso de lubricante intimo puede ser muy divertido, tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales y todavía más que necesario en la penetración anal (ya que no hay lubricación natural como si ocurre en la vagina). Algunas mujeres sienten ansiedad cuando se habla de la utilización de un lubricante intimo. Nada más lejos de emplearse con el fin de  solucionar un problema de “sequedad”, un lubricante puede utilizarse para mejorar las relaciones sexuales y para que estas puedan ser más estimulantes. Algunos lubricantes tienen de efectos de calor o frío que hacen aumentar la sensibilidad en la zona genital, tanto de hombres como mujeres. ¡Utilízalo como parte de los juegos previos o con algún articulo erotico!

2.    EL TAMAÑO DEL PENE ES FUNDAMENTAL PARA QUE LA MUJER DISFRUTE DEL SEXO. FALSO.

El “tamaño” es un concepto que parece casi traumatizar al hombre. La idea de que un pene de mayor tamaño ofrecerá más placer a una mujer es completamente errónea. Lo que hace verdaderamente placentero a una mujer es el ancho del pene, ya que permite estimular más las paredes de la vagina y, por supuesto, el punto g, situada en la pared de la uretra. Un pene más largo puede llamar más la atención, pero funcionalmente no dará mayor o menor placer a una mujer. Es una concepción totalmente equivocada, asociado a un concepto de virilidad absurdo que se ha transportado a lo largo del tiempo en nuestra sociedad.

3.     EL PUNTO G DE LA MUJER Y EL PUNTO P DEL HOMBRE NO EXISTEN. FALSO.

¡Qué equivocada es esta idea! Tanto el hombre como la mujer, cuentan con un punto erógeno más sensible. En el caso de la mujer, el punto G se encuentra detrás del hueso público en el interior de la vagina y, estimulado conjuntamente con el clítoris puede provocar un orgasmo espectacular e incluso, producir la denominada “eyaculación femenina”.

En el hombre, el Punto P no es difícil de encontrar. En una posición cómoda y con las piernas elevadas, podemos alcanzar el perineo de manera fácil, accediendo a través del ano. Para estimularlo más fácilmente se recomienda el uso de lubricantes, relajar el esfínter durante el proceso y tomarse el tiempo necesario para hacerlo de manera suave. Estimular este punto no tiene nada que ver con la homosexualidad, sino con disfrutar del placer de nuestro propio cuerpo.